El rumor aparecido recientemente sobre la llegada de un chip A10 al iMac Pro da mucho que hablar. No sólo por sus posibilidades, sino por las consecuencias que esto puede tener en los ordenadores de Apple. Ya no hablamos de algo dedicado a una función en concreto como el chip T1 de los MacBook Pro o los W1/W2, sino de un A10 completo con toda su potencia. Que no es poca precisamente.
Una de esas consecuencias no salta a simple vista, pero merece que hablemos de ella: los chips ARM de Apple no se pueden comprar ni usar en otra parte, como es el caso de los Intel. El 100% del control está en Cupertino. Y si uno de esos chips pasa a encargarse del arranque de los Mac, la cosa pinta muy negra para la comunidad Hackintosh.
El futuro de macOS puede ser (aún) más cerrado del que crees
Ahora mismo el arranque de los Mac depende de los chips que proporciona Intel, unos chips que forman parte de muchos otros ordenadores y con los que también arranca Windows. Y esa secuencia de arranque puede ser modificada, tal y como hacen precisamente los Hackintosh. Se cambia para que se cargue la EFI propia que utiliza macOS, y listos.
El problema para la comunidad de gente que hace eso es que Apple puede haber encontrado una solución para que eso deje de hacerse. Si en Cupertino pasan a modificar macOS para que su arranque sólo pueda hacerse en los procesadores …