Científicos de la Universidad de Duke, en Estados Unidos, realizaron una investigación con niños de Nueva Zelanda y concluyeron que quienes tenían puntajes bajos en pruebas de lenguaje podrían desarrollar de forma más probable enfermedades crónicas y eran más propensos a cometer delitos. Pero señalan que una buena educación podría revertir esta tendencia, dado que "no tuvieron ayuda para construir las habilidades necesarias", dijo el profesor Terrie Moffitt, líder del estudio. (Con información de la BBC)