Una compañía encargada de transformar autos clásicos en vehículos eléctricos, llamada Electric Classic Cars (ECC), modificó un Ferrari Testarossa, quitando su motor original y colocando la maquinaria de un Tesla. Algo que podría resultar "monstruoso" para algunos y "genial" para otros.

Este icónico Ferrari, producido entre 1984 y 1996, parece el mismo de siempre por fuera, pero por dentro todo ha cambiado, comenzando por su característico sonido. Ahora, este "TeslaRossa" (como lo llamaron en ECC) no solo es más silencioso que antes, sino también más rápido.

Diseñado por Pininfarina, fabricante italiano de automóviles y trenes de alta velocidad, solo se construyeron 7,100 ejemplares de este popular modelo de Ferrari. Su carrocería es ancha y plana, con una arquitectura aerodinámica gracias a sus tomas de aire laterales. El nombre Testarossa significa "cabeza roja" en italiano, y no podría haber mejor nombre para un vehículo que parece una flecha escarlata que va a toda velocidad.

Sin embargo, lo que volvió icónico al Testarossa no está en su exterior, sino en su motor. Estos automóviles estaban equipados con un poderoso motor de doce cilindros en forma de "V", con una capacidad inicial de 4.9 litros que entregaban 390 caballos de fuerza, capaces de alcanzar velocidades de hasta 290 kilómetros por hora. Eran verdaderas bestias de velocidad en su época, el Ferrari comercial más rápido del momento.

Y entre todo su poder, el sonido del motor al encenderse y comenzar a andar era todo un deleite …