Sin duda, las entidades más diminutas de nuestro planeta pueden ser también las más fascinantes. Un claro ejemplo es LUCA, el último ancestro común universal de todos los seres vivos. Este organismo unicelular procariota guarda el secreto de nuestra existencia.
Recientemente, sin embargo, se descubrió que el origen de la vida podría ser aún más antiguo. Esto se evidenció gracias a un sedimento encontrado en el fondo marino, complementado con el hallazgo de una diminuta criatura en la frontera con Alaska.
Esta forma de vida habita en las profundidades de las aguas salobres del lago Mono, ubicado en la Sierra Nevada oriental. Allí, un grupo de investigadores descubrió que, entre las icónicas formaciones de toba del lago y la abundante población de artemias, se encontraba oculta en el brazo salado del lago.
Se trata de un coanoflagelado, un organismo unicelular microscópico que ha sido catalogado como el pariente vivo más cercano del reino animal.
Los nuevos descubrimientos
Estudios recientes revelan que estos organismos tienen la capacidad de dividirse y formar colonias multicelulares, de manera similar a como lo hacen los embriones animales.
Es importante aclarar que los coanoflagelados no son animales en sí mismos, pero representan una pieza clave para entender la transición evolutiva de los organismos unicelulares a multicelulares.
Aunque otros coanoflagelados han sido descubiertos en el pasado, este hallazgo resulta especialmente interesante porque es el primero de su tipo en albergar su propio microbioma. …