Una denuncia de un vecino de la provincia de Álava ha desembocado esta semana en una operación policial internacional que ha permitido desarticular una organización criminal de ciberestafas con criptomonedas. Además de un detenido en Palma de Mallorca, han sido identificados otros participantes de la trama en Ucrania, Rusia, Israel, Georgia o Azerbayán.
El comienzo de la investigación de lo que la Guardia Civil ha bautizado como 'Operación Mandoa' tuvo lugar después de que el denunciante, atraído por uno de tantos sospechosos esquemas de inversión en criptodivisas, realizara un primer desembolso de 250 € y, tras los 'enormes' retornos obtenidos 'sin apenas riesgo', se decidiera a invertir otros 35.000 euros.
Previamente, había sido captado por la banda haciendo uso de estrategias de marketing "agresivas" que incluían desde publicidad en conocidas páginas web hasta campañas de llamadas telefónicas o envíos masivos de SMS. Una vez captados, estafados y estafadores formalizaban un 'contrato' sin validez alguna para realizar inversiones en criptodivisas inexistentes.
Por supuesto, cuando nuestro protagonista intentó recuperar su dinero y sus supuestas ganancias, no hubo forma: acababa de darse cuenta de que había sido estafado. El problema es que al menos otros 3.000 usuarios (en torno a un centenar de ellos, también españoles) se encontraban en la misma situación que él…
En Genbeta
Muere tras caer al vacío el acusado de la mayor estafa de criptomonedas en España: le reclamaban 818 millones de euros estafados
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