Somos seres de época. Dependiendo de en qué tiempo vivamos, es nuestra reacción a diferentes cosas, sobre todo cuando hablamos de tecnología. La capacidad de asombro es algo que deberíamos de valorar mucho más, pero que desgraciadamente, cada vez es menos común. Conforme los avances gráficos en nuestros amados videojuegos han ido caminando, cada vez parece ser más y más complicado lograr empujar las fronteras, al punto de que ya nos comenzamos a preguntar ¿estamos llegando al límete gráfico de los videojuegos?