En últimos meses hemos visto una enorme evolución en los precios de los smartphones en México. El tipo de cambio del peso respecto al dólar es el mayor culpable de ello, de hecho, no solo los teléfonos se han visto afectados, sino en general todos los productos relacionados con tecnología.
En los smartphones dichos cambios involucran específicamente una subida de precios. Tanto los modelos de gama alta, media o baja han tenido un incremento en su costo para el usuario final que, en el caso específico de los buques insignia, los hacen prohibitivos para la gran mayoría.
Esto a propiciado a que los fabricantes tomen nuevas estrategias para luchar por un pedazo del mercado. Una de ellas ha sido ampliar su catálogo, vendiendo una mayor variedad de equipos que se adapten a diferentes tipos de bolsillos, esta es una de las razones por las que hemos visto nacer nuevas categorías como la gama media-alta o la media-baja —en lo personal odio ponerles ese nombre.
La democratización del smartphone
Otra de las estrategias, y en la que queremos reflexionar el día de hoy, es en la de impulsar sus equipos de gama baja, algo que tiene bastante lógica sabiendo que en México estos modelos son los que tienen dominado el mercado.
Claro que esto solo ha sido posible con la maduración que han tomado los smartphones en todo el mundo, gracias a, por ejemplo, la mejora que han tenido los chipsets en los últimos años, la optimización de Android …