En el Salón del Automóvil de París en 1978, como siempre se produjeron varios estrenos, pero uno que llamó más la atención de los aficionados de los autos deportivos fue el que presentaría BMW Motorsport GmbH. El nuevo modelo, muy bajo y con un estilo dinámico, el BMW M1, en ese entonces era el deportivo que muchos esperaban, el vehículo deportivo alemán más rápido de la carretera. Su motor con una potencia de 204 kW (277 CV) y su baja altura de solo 1.140 milímetros, pasaba los 260 kilómetros por hora. En cuanto al diseño atemporal de la carrocería fue