Recientemente platicamos sobre el sueño materializado de Clyde Stires. Aquel hombre que con sus propias manos y recursos construyó un yate de lujo enfrente de su casa. La odisea de Chris Willson, quien adquirió un antiguo crucero alemán, resulta igual de fascinante. La diferencia: los planes no llegaron a buen puerto.
Poco más de 16 años atrás, Willson encontró un particular anuncio a través de la web: la venta de un trasatlántico amarrado en Decker Island, California. El emprendedor no lo pensó dos veces y decidió hacerse con el navío, trasladarlo al Rio Vista e invertir en él para restaurarlo. No todo salió de acuerdo al plan.
Construido en 1955, el crucero ofrecía a los pasajeros un viaje lleno de comodidad y estilo gracias a sus 85 camarotes, elegantes salones, espacios dedicados a la gastronomía, además de galerías. Su fama no se limitó solo a los océanos; también tuvo la oportunidad de brillar en la pantalla grande al aparecer en la película de James Bond, From Russia with Love.
Rebautizado con el nombre de Aurora, el hombre tuvo presente mantenerlo en aguas poco profundas. No obstante, tuvo que movilizarlo en repetidas ocasiones para realizar las tareas que lo llevarían nuevamente a todo su esplendor. Según contó a la CNN, Willson quedó cautivado con su adquisición.
"Me desperté con uno de los amaneceres más brillantes que había visto en mi vida. Se estaba formando un efecto de aurora con las nubes y el …