Dragon Ball Z: La batalla de los Dioses fue un momento crítico para este anime. No sólo representó el regreso de la serie a la pantalla grande y chica, sino que el diseño del Super Saiyajin Dios sentó las bases para las futuras transformaciones de Goku y compañía. En lugar de continuar con el estilo de SS, SS2 y SS3, SSD cambió el color de Kakaroto y le agregó un aura mística. Sin embargo, este no siempre fue el plan.