En 1950, el científico italiano Enrico Fermi discutía con colegas sobre la posibilidad de vida extraterrestre cuando lanzó una pregunta que hoy es un enigma científico: “¿Dónde está todo el mundo?”. Esta simple interrogante dio origen a la paradoja de Fermi.
La paradoja de Fermi hace referencia a la contradicción entre la alta probabilidad de que haya civilizaciones extraterrestre y la falta de evidencias de su existencia. Muchas han sido las respuestas que buscan resolver la paradoja. Sin embargo, un estudio reciente relaciona la existencia de vida inteligente con algo hasta ahora insospechado: la tectónica de placas.
La ecuación de Drake
El trabajo, publicado en Nature, propone que la presencia de océanos y continentes, así como de tectónica de placas en planetas con vida son cruciales para el surgimiento de "civilizaciones activas y comunicativas". Esta afirmación sugiere un cambio importante en la ecuación de Drake, una fórmula usada para estimar el número de civilizaciones inteligentes que podría haber en nuestra galaxia.
Para calcular ese número, la ecuación ideada por el radioastrónomo Frank Drake toma en cuenta varios factores, entre ellos, el número de planetas capaces de albergar vida inteligente. Pues bien, lo que sugieren los autores del estudio es refinar este factor para contemplar la necesidad de grandes océanos, continentes y placas tectónicas.
“En la formulación original, se pensaba que este factor era casi 1, o 100%, es decir, la evolución en todos los planetas con vida avanzaría y, con el tiempo …