Fue difícil abstraerse del último Black Friday. Todos, también nosotros, hablamos sobre él y sus ofertas. Es una de las mejores épocas del año para conseguir toda clase de productos a precios reducidos y ahorrar un poco. Sin embargo, este año el viernes negro ha dado que hablar por su impacto en algunas tiendas físicas de Estados Unidos y algunas partes del mundo: prácticamente ninguno.
Sirva como ejemplo la recopilación de fotografías colgadas en redes sociales que ha hecho Business Insider, con pasillos de superficies comerciales prácticamente vacíos, o el famoso vídeo divulgado por Twitter en el que un solitario comprador accede de buena mañana a una tienda británica. El cámara de televisión que se ve a la izquierda de las imágenes, seguramente, no pudo evitar preguntarse por qué no encontró al gentío que esperaban quienes le mandaron allí.
La respuesta la dan grandes exponentes teóricos del marketing mundial como Seth Godin: "Creo que Amazon puede haber cambiado esto para siempre".
El comercio electrónico y las tiendas vacías
Godin alude en su artículo un texto que escribió hace cuatro años en el que definía al Black Friday como "una invención deliberada de la National Association of Retailers", la asociación de minoristas estadounidenses.
Según él, no solamente servía para promocionar de una forma ideal las tiendas en los medios durante un día de escasa actualidad informativa después del Día de Acción de Gracias. Era, además, la oportunidad de crear una nueva norma cultural. Por eso tilda la jornada de "trampa …