Un grupo de investigadores de la Universidad de Saarland y el Centro de Tecnología Mecatrónica y Automatización (ZeMa), ambos en Alemania, ha creado el primer refrigerador que utiliza "músculos artificiales". ¿El término es extraño, no? ¿Cómo que músculos? ¿Cómo que artificiales?
Esa definición no fue elaborada arbitrariamente, sino que tiene que ver con un fenómeno físico llamado "efecto elastocalórico". Veamos de qué se trata este novedoso invento alemán.
Para comenzar con todo esto, hay que dejar bien claro qué provoca el efecto elastocalórico. Según una publicación de la Universidad de Barcelona:
"Los materiales elastocalóricos pueden absorber y liberar calor cuando se someten a esfuerzos mecánicos. Existen varias familias que incluyen una pluralidad de materiales, como aleaciones metálicas o polímeros".
Uno de esos materiales es el utilizado por los investigadores de la Universidad de Saarland y el ZeMa para crear un pequeño refrigerador en el que apenas cabe una botella de cerveza. Dentro de las paredes de esa pequeña estructura cilíndrica se encuentran alambres de solo 200 micras (0.02 centímetros) hechos de una aleación especial de níquel y titanio, llamada nitinol.
Diagrama del ciclo elastocalórico para enfriar y calentar | Figura hecha por el Fraunhofer Institute for Physical Measurement Techniques IPM
Es la aleación de nitinol la que dota de "músculos" al refrigerador, pues tal como sucede con nuestro cuerpo, estos se contraen o se estiran. De ese modo, el nitinol produce el efecto elastocalórico, …