A ciertas horas del día, andar en el Metro de Ciudad de México es toda una proeza. Todo empeora cuando llueve o algún imprevisto, (de esos que casi no pasan en un lugar tan grande como CDMX), por más mínimo que sea, ocurre.
Pero a nadie le cabe duda de que la infraestructura del Sistema Colectivo Metro es enorme. De hecho, en 2016, recorrió una distancia de 45 millones 229 mil 149 kilómetros, lo que equivale a darle 125 vueltas al mundo.
Entonces, ¿por qué seguimos llegando tarde a todos lados?
Bueno, eso puede deberse a procrastinar el levantarse por las mañanas, pero también a que el Metro aún tiene brechas de oportunidad para mejorar su funcionamiento. Hace algún tiempo les contábamos del modelo en el que, con marcas colocadas en el piso, usuarios de diversas estaciones comenzaron a hacer filas para abordar al transporte, lo que se traduce en entre un 15 y 20 por ciento de ahorro de tiempo en el abordaje.
Ahora, el mismo equipo detrás de la sugerencia de ese modelo llega con un nuevo sistema, cuyos resultados fueron publicados en Jounals.plos
La autoorganización como tema central
Actualmente el Metro funciona con un intervalo de tiempo de los trenes definido con ayuda de varios factores, entre los que está el tiempo mínimo y máximo de espera de los usuarios.
Esto se traduce en intervalos de tiempo regulares que producen, paradojicamente, un resultado poco deseable: ante cualquier eventualidad, el sistema se vuelve inestable, …