La eficacia de los procesos de actualización en Android ha sido siempre objeto de polémica. Para entender qué supone realmente actualizar a una nueva versión de Android, hemos recurrido a BQ, que esta semana actualizó su Aquaris X5 Plus a Android 7.1.1. De hecho, es el primer smartphone fuera del ecosistema "by Google" en contar con 7.1.1.
El trabajo comienza justo cuando Google anuncia una nueva versión del sistema operativo y libera el código correspondiente a la misma. Previamente, se libera también el PDK (platform developer kit) los cuales pasan a manos de Qualcomm, Intel u otros fabricantes de SoCs. El PDK se adelanta a los fabricantes para que puedan ir trabajando en la nueva release que está en camino.
“El fabricante del chip es quien recoge las releases que publica Google, lo adapta para sus plataformas y nos cede ese código adaptado más partes propietarias que sólo ellos pueden implementar"
Los fabricantes de SoCs evalúan entonces la viabilidad de actualizar a la nueva versión del sistema operativo. En dicha evaluación se valora la relevancia del SoC en el mercado, su antigüedad y la capacidad que tiene el mismo de trabajar con la siguiente versión del sistema operativo. Si el resultado es positivo, la compañía comienza el desarrollo del BSP (Board Support Package); si el resultado es negativo, el SoC queda obsoleto y todos los teléfonos que lo monten quedan privados de la siguiente versión del sistema operativo. Los fabricantes de teléfonos móviles, por lo tanto, están muy condicionados por las decisiones de …