Que las baterías se degradan con el uso es un hecho. Es algo totalmente inevitable. Lo que sí podemos hacer es evitar que esta degradación sea excesiva. Actualmente, nuestros iPhone cuentan con varios sistemas y protecciones para garantizar que la salud de la batería dure el máximo posible.
Una degradación inevitable, pero que podemos gestionar
La degradación de la batería es inherente a su funcionamiento. Cierto es que una batería sin ninguna clase de uso también envejece, pero de otra forma. Sin entrar en más detalles diremos que a través de las reacciones químicas sucesivas se producen errores, por lo que los materiales, en lugar de convertirse en los elementos necesarios, pueden reaccionar con otros y crear residuos que ya no son útiles para la retención de energía.
Así, a simple vista, diríamos que para cuidar de una batería lo mejor es no usarla, pero esta no es una opción en un iPhone. Por ello lo que el sistema trata siempre es de minimizar los esfuerzos innecesarios. El primero, más importante y destacado de los esfuerzos que una batería debe sobrellevar es el calor. A más calor más reacciones no deseadas en la batería, con lo que se degrada más rápidamente.
Protecciones centradas en bajar el calor
Nuestros iPhone cuentan con protecciones al respecto. Ante un excesivo calor el iPhone realiza cuatro acciones, en función de la gravedad de la situación. Durante el proceso …