En 2016 vimos cómo LG apostó por el concepto de móvil modular, un dispositivo que permite incrustar partes externas para aumentar sus posibilidades, aunque no tuvo el éxito esperado en el mercado. La idea era buena, el LG G5 tenía un buen hardware, una buena cámara… pero no consiguió competir con otros modelos de precio