Un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Ohio ha desarrollado una batería capaz de generar electricidad a partir de la radiación gamma, lo que la convierte en una alternativa viable para aprovechar los desechos nucleares.
Además de su innovador funcionamiento, esta batería destaca por su tamaño compacto, apenas mayor que un terrón de azúcar, con dimensiones de aproximadamente cuatro centímetros cúbicos. Su diseño le permite actuar como un "convertidor de energía de radiación", transformando la radiación gamma en electricidad.
Para lograrlo, emplea cristales de centelleo que emiten luz al ser impactados por la radiación. Esa luz, a su vez, es convertida en electricidad mediante células solares, lo que permite generar una cantidad significativa de energía. Por ejemplo, utilizando cesio-137, un subproducto común de la fisión nuclear, se alcanzan hasta 288 nanovatios. En cambio, al emplear cobalto-60, un isótopo más potente, la producción se incrementa hasta 1.5 microvatios, suficiente para alimentar sensores pequeños.
Nada se desperdicia
Según la investigación liderada por Raymond Cao y publicada en la revista Optical Materials: X, esta tecnología podría aplicarse en ámbitos como la exploración espacial o la investigación en aguas profundas, donde se requieren fuentes de energía confiables y de bajo mantenimiento. En estos entornos, las opciones tradicionales suelen ser inviables, lo que convierte a esta batería en una alternativa prometedora.
A pesar de utilizar radiación gamma, la batería es completamente segura. Cao señala que, dado que no contiene materiales radioactivos en su estructura, no …