Para muchos y con la situación económica como está ahora - con el peso devaluándose frente al dólar y el aumento en el precio de productos como la gasolina o los propios juegos -, comprar videojuegos en México se ha convertido en todo un lujo. Si bien esto es cierto en gran parte, también lo es que no estamos tan mal si nos comparamos con otras naciones como Venezuela, país en el cual adquirir una consola cuesta varios miles de pesos.