Uber sufrió esta semana una inmensa filtración de datos (18,7 GB) de documentos internos: en torno a 124.000 de ellos (83.000 de ellos correos electrónicos), que cubren el período 2013-2017 y que revela una historia de actividades de lobby y de violaciones de la ley… incluyendo la existencia de un 'botón de pánico' para sortear redadas, y de un mecanismo de 'geofencing' que alteraba los resultados de la app para evitar recibir multas.
Desde entonces se han conocido más informaciones, mientras el gremio de los taxistas en España se está frotando las manos y ha decidido volver a movilizarse como ya había estado haciendo en los últimos meses por las decisiones del gobierno de Ayuso en Madrid. Uno de los datos conocidos hace unas horas deja muy mal parada a la compañía respecto a su trato a los conductores del servicio.
A este respecto, Jill Hazelbaker, Senior VP de Marketing y Asuntos Públicos, ha dicho que "no han sido pocas las noticias sobre los errores cometidos en la gestión de Uber antes de 2017. Se han publicado miles de artículos, se han escrito varios libros, e incluso se ha hecho una serie de televisión".
El directivo recordó que hace cinco años, esos errores culminaron, tras una investigación que se llevó a cabo que "resultó en un gran escrutinio público, una serie de juicios contra altos cargos, múltiples investigaciones gubernamentales y el despido de varios ejecutivos de la compañía. Esta es también la razón por la que Uber contrató …