Tras investigar a fondo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) encontró "patrones de graves violaciones de derechos humanos y abusos" cometidos contra la pobración rohinyá en los estados de Kachin, Rakhine y Shan, en Myanmar. Los actos, que propiciaron el éxodo de 700.000 rohinyás según la organización, y 25.000 asesinatos, 48.000 heridos de bala y 19.000 violaciones a mujeres, según un informe académico, fueron en su mayoría perpetrados por el ejército conocido como Tatmadaw. Facebook ha sido acusada de propagar mensajes de odio hacia la etnia en el país, y tras encargar un informe independiente, ha compartido sus conclusiones.
Después de que Business for Social Responsibility, la ONG experta en derechos humanos que ha elaborado el informe (disponible en PDF), lo remitiera a la compañía de Mark Zuckergberg, ésta ha emitido un comunicado donde reconoce la responsabilidad en el genocidio, hechos de los que en octubre ya fue acusada por una investigación de The New York Times. La conclusión del informa, que se comparte en el comunicado, es que Facebook, antes de este año, "no estaba haciendo lo suficiente para ayudar a impedir que la plataforma fuera usada para fomentar división e incitar a la violencia offline". La compañía reconoce puede y debería hacer más.
Tras ello, afirman estar "invirtiendo grandes cantidades en personas, tecnología y acuerdos de colaboración para lidiar con el abuso en Myanmar", algo que "el informe de BSR reconoce que están haciendo y corrigiendo con acciones".
Facebook afirma que seguirá las recomendaciones del informe
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