Fallout 4 es uno de los juegos más importantes de 2015 y está arrasando a nivel comercial. Pero más allá de las críticas generalizadas, Bethesda ha perdido en esta entrega una de sus principales señas de identidad
Fallout 4 es el juego peor valorado de la historia de Bethesda Game Studios. Y, a su vez, está siendo un éxito inconmensurable a nivel de ventas, sin dejar de batir récords. Y mientras todo eso pasa, no se deja de hablar de un apartado técnico deficiente, de decenas de bugs, easter-eggs, etc.
Ya hablamos largo y tendido del juego en su crítica e incidimos en algunos de sus tropiezos más graves e imperdonables pero, aunque no sea un punto negativo o un paso atrás como tal (más bien, un cambio de rumbo), es otro el gran fallo de Bethesda en Fallout 4.
El estudio nunca se ha caracterizado por ofrecer profundas historias o complejas mecánicas jugables pero si algo hacía mejor que nadie era soltarnos en un patio de recreo en el que crear nuestro personaje y disfrutar de una vida paralela, sin un trasfondo impostado que nos impidiera fantasear y, al fin y al cabo, rolear. El mismo día en el que se publicó la crítica del juego, un usuario me comentó por Twitter que él “no quiere buenas historias en los juegos de Bethesda, si no montarse las suyas propias”.Y ahí está el gran error de Bethesda. La historia de Fallout 4 sigue sin reinventar la rueda y es más que olvidable, …