Como videojugadores solemos ser bastante quisquillosos en la manera en la que consumimos el medio y a la vez, tenemos que ser cuidados por la forma en la que gastamos nuestro dinero, sobre todo actualmente, pues los precios de títulos, accesorios y consolas son tan elevados, que te hacen pensar en más de una ocasión sobre qué vale la pena y qué no. La verdad, siempre he sido una consumidor que por encima de cualquier cosa pone a los juegos; es decir, prefiero mil veces comprar otro u otros juegos para mi colección, que cambiar mi 3DS en perfecto estado por hardware más nuevo ligeramente más potente, por ejemplo. Ni qué decir de periféricos. La última vez antes de hacerme de un Pro Controller en la que gasté en un control, fue porque mi DualShock 4 original era un verdadero desastre... algo así como cuando esa playera que gustas usar por comodidad, simplemente no da más.