El juego, como herramienta cultural, nos ayuda a comprender las motivaciones de los demás; a desarrollar habilidades y empatía, pero también a fomentar la competitividad. A través del tiempo, comenzamos jugando y aprendiendo de alguien más; es decir, hubo una figura que nos llevó de la mano o nos mostró las bases para continuar y sembrar nuestra pasión por un juguete en específico o el entretenimiento electrónico, en el cual se encuentran los videojuegos. Pero al mismo tiempo, los juegos son un reflejo de las divisiones o uniones de sus participantes; el mejor contra el peor; géneros que se ven frente a frente; surge la rivalidad y el clasismo; podemos olvidar que jugar debería hacernos felices. Con esto en mente, el equipo Rare no quiere hacer lo mismo que otras compañías en los videojuegos; "ya era hora" de volver con una propuesta que sentían que no estaba representada en la industria, a la cual le han llamado Sea of Thieves.