Esta misma semana, el prestigioso fabricante italiano de automóviles Ferrari se ha convertido en el objetivo de un sofisticado intento de estafa basado en el uso de inteligencia artificial, un caso del 'fraude del CEO', que involucraba el uso de deepfake para suplantar al CEO de la compañía, Benedetto Vigna, en un intento por engañar a otro directivo y así comprometer la seguridad financiera de la empresa.
Así fue el intento de estafa
Era media mañana del martes cuando un ejecutivo de Ferrari comenzó a recibir una serie de mensajes inusuales en su WhatsApp, supuestamente provenientes del citado Vigna: los mensajes hacían referencia a una importante adquisición en la que la empresa estaba trabajando y solicitaban la ayuda del ejecutivo para firmar un Acuerdo de Confidencialidad.
Sin embargo, los mensajes no provenían del número habitual de Vigna... y la foto de perfil, aunque mostraba al CEO con gafas y traje frente al logotipo de Ferrari, no era la habitual. Estos detalles levantaron las primeras sospechas.
En ese momento fue cuando los estafadores subieron la apuesta y se atrevieron a realizar una llamada telefónica recurriendo a un deepfake de voz: la voz misma y su acento del sur de Italia habían sido perfectamente simulados, pero al directivo le 'escamaron' las ligeras entonaciones mecánicas en la voz de su interlocutor.
En Genbeta
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