Nada se pudo hacer para frenar a Apple y Google, que se han quedado solas en el panorama móvil.
El camino de Firefox OS comenzó, de forma comercial, a mediados de 2013. Telefónica fue uno de sus grandes baluartes: el cerrado duopolio Apple / Google nunca gustó a la operadora y siempre dio apoyo a algunas alternativas, como la de Mozilla o incluso Windows Phone a través del acuerdo alcanzado con Microsoft pocos días antes del arranque comercial del primero. Así, Firefox OS llegó a varios mercados a través de Movistar, quien dedicó ingentes recursos a acelerar y promocionar una ilusión que no tuvo el retorno esperado en los escaparates.
El interés por los terminales con Firefox OS nunca se disparó, y las impresiones iniciales que dejaban sus productos no llegaban a unos mínimos, ni siquiera teniendo en cuenta el bajísimo precio con el que salieron al mercado los primeros ZTE Open, 69 euros. Pese a que el sistema fue actualizándose y cada vez funcionaba mejor, la propuesta de "basado en la web" no cuajó. El anuncio de un terminal por 25 dólares, potencial revolución en países empobrecidos, ni siquiera pudo llegar a hacerse real. No es que fracasara, es que nunca llegó.
La falta de acuerdos con determinados desarrolladores de software pesó, y la promesa incumplida de llevar WhatsApp, sin ser la determinante, tampoco contribuyó a un éxito comercial. Más bien al contrario. Mientras tanto, Google continuaba perfeccionando su sistema para que los fabricantes, que iban reventando los precios, lo incluyeran de …