Francia vivió el mes pasado un intenso debate sobre privacidad digital tras el rechazo de la Asamblea Nacional a una polémica ley que exigía puertas traseras en aplicaciones de mensajería cifrada, una medida respaldada inicialmente por el Senado. La propuesta, incluida en un proyecto contra el narcotráfico, buscaba obligar a plataformas como WhatsApp o Signal a facilitar el acceso de las autoridades a comunicaciones privadas. Aunque la iniciativa fue bloqueada, el Prefecto de Policía de París reavivó la polémica hace tres días defendiendo su necesidad.Según ha compartido Pavel Durov en su canal oficial de Telegram, esta victoria para la privacidad digital podría ser solo temporal. El fundador de la plataforma de mensajería advierte que diversos países europeos siguen presionando para implementar medidas similares, amenazando la seguridad de las comunicaciones cifradas y estableciendo peligrosos precedentes para la privacidad global. Durov califica estos intentos como "atajos técnicamente inviables" que debilitarían la seguridad de todos los usuarios.Las puertas traseras son vulnerabilidades por diseñoExpertos en ciberseguridad advierten que es imposible crear un acceso exclusivo para "los buenos". Cualquier debilitamiento del cifrado genera vulnerabilidades explotables por ciberdelincuentes, gobiernos autoritarios o actores externos, como han demostrado varios casos históricos. En 2009, hackers chinos aprovecharon una puerta trasera de Google destinada al FBI, mientras que en 2017, fallos en dispositivos de Juniper Networks permitieron filtraciones masivas de datos sensibles de empresas y gobiernos."Una puerta trasera es una vulnerabilidad por definición. Si el FBI puede acceder, también lo harán los criminales", señala Matthias Pfau, CEO de Tuta Mail. …