La energía nuclear es una de las más eficientes fuentes de generación de calor y electricidad, pero también es una de las más peligrosas. Su control es tan delicado que las centrales nucleares deben de estar muy lejanas de poblados civiles y aún así no se garantiza el total aislamiento de la radiación.En el año 2011 ocurrió una catástrofe que seguramente todos recordamos, un sismo de 9 grados en la escala de Richter en la región de Tohoku en Japón, azotó grandes extensiones de tierra en el país asiático.
El terremoto dio origen a un enorme tsunami con olas de más de 40 metros. Luego de estos dos incidentes, la central nuclear de Fukushima sufrió graves daños en su estructura dando como resultado una gran fuga de radiactividad lo cual ocasionó que varios kilómetros a la redonda tuvieran que ser evacuados.
Desde entonces el gobierno de Japón, en conjunto con Tepco (la compañía encargada de la operación de esta planta nuclear) han estado controlando la fuga auxiliados por ingenieros y robots que entran a la zona contaminada para intentar reducir lo más posible el impacto que la radiación ha causado.
Hoy en día la situación en la central de Fukushima es más que crítica. Tepco ha reportado que el primer robot que han enviado para localizar material peligroso ha recibido una radiación de 650 Sieverts (unidad de radiación recibida por un cuerpo) por hora debido a que el artefacto solo respondió durante las primeras dos horas. Según la empresa …