Glenn Gould. Una vida a contratiempo. Por Sandrine Revel. Traducción de María Serna Aguirre. Astiberri Ediciones 2016. 19€. 136 páginas.
No presumo de conocer muchos pianistas. Pero de los que conozco sin duda Glenn Gould es mi favorito, en especial cuando interpreta a Bach. Personalmente me encanta oír cómo tararea en las grabaciones. Para mí forma parte de quien es él. Aunque sé que a otras personas les espanta. Y de hecho en una viñeta de éste cómic la autora pone en su boca las frases «soy incapaz de cambiar mi forma de tocar el piano. ¡Tendrán que aceptarme como soy o rechazarme!»* Y no sólo iba a contratiempo en su postura a la hora de tocar el piano –algo que en sus actuaciones al principio dio mucho que hablar– sino en muchos otros aspectos de su vida.
Hipocondríaco, de trato complicado –prefería la soledad a estar acompañado, y esa fue una de las causas que dejara de hacer conciertos– y maniático para muchas cosas, era insoportable para muchas personas. Pero para otras, una vez que pasabas de ese exterior huraño, era adorable. Para otros músicos, era simplemente un genio como pocos en la historia de la música.
Y mi impresión es que esta suerte de biografía resumida de Sandrine Revel recoge perfectamente su figura. Entre otras cosas porque huye desde el principio de contar la historia de forma lineal, saltando cada pocas páginas entre distintas épocas y eventos que definieron la vida de Gould. Incluye también algunas páginas de …