Unos documentos publicados de la demanda contra Google han revelado que los propios ejecutivos e ingenieros de la empresa sabían lo difícil que era para los usuarios de smartphones Android mantener sus datos de ubicación en privado.
Según los documentos, Google seguía recopilando datos de localización incluso cuando los usuarios desactivaron varios ajustes de localización, hizo que los ajustes de privacidad más populares fueran más difíciles de encontrar, e incluso presionó a LG y a otros fabricantes de teléfonos para que ocultaran los ajustes para que los usuarios no los encontraran.
Jack Menzel, antiguo vicepresidente que supervisa Google Maps, admitió durante una declaración que la única manera de que Google no pudiera averiguar la ubicación de la casa y el trabajo de un usuario era si esa persona despistaba intencionadamente a Google estableciendo las direcciones de su casa y su trabajo con otras direcciones aleatorias.
Según los documentos, Google utiliza diversas vías para recopilar los datos de localización de los usuarios, como WiFi e incluso apps de terceros no afiliadas a Google, obligando a los usuarios a compartir sus datos para poder utilizar esas aplicaciones.
«¿Así que no hay forma de dar tu ubicación a una app de terceros y no a Google?», se preguntaba un empleado, según los documentos, y añadió: «Esto no suena como algo que no querríamos ver en la portada del [New York Times]».
Cuando Google probó versiones de su sistema operativo Android que facilitaban el acceso a los ajustes de privacidad, los usuarios los utilizaban, lo que Google consideró un …