Apenas se cumplen dos semanas del boom de DeepSeek, y la trama que sacudió a Silicon Valley sigue en marcha. Hemos visto de todo: desde cómo las acciones de Nvidia se vinieron abajo hasta la puesta en marcha de "salas de guerra" en las oficinas de Meta. Lo que ha puesto DeepSeek sobre la mesa ha marcado un antes y un después: primero, porque pone en entredicho si eran necesarias inversiones multimillonarias en IA y, segundo, por el riesgo de que una inteligencia artificial china ponga en jaque a las empresas estadounidenses.
¿Pero cómo es que nadie vio venir a DeepSeek? En realidad, sí se sabía que esto podía pasar. En Google lo advirtieron hace tiempo: "No tenemos ninguna ventaja competitiva, y OpenAI tampoco". Lo dejaron plasmado en un informe interno filtrado ya en 2023. Ahora, Estados Unidos ha comenzado a redactar leyes para frenar el avance de una IA que consideran "un riesgo de seguridad nacional". Y mientras tanto, Apple parece haber estado preparándose silenciosamente para un escenario como este, como si también lo hubiese visto venir.
Tarde o temprano: el efecto DeepSeek iba a llegar
DeepSeek no ha llegado de la nada. Según un informe interno de Google filtrado hace dos años, el auge de los modelos de IA de código abierto era inevitable. En él, los expertos de la compañía alertaban de que la velocidad de innovación en el sector era incontrolable. Y es que desarrolladores independientes estaban logrando resultados sorprendentes con presupuestos mínimos y hardware accesible.
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