Parece recién salido de una historia de ciencia ficción, pero en realidad se trata de un nuevo estudio realizado por dos investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México. ¿Y si utilizamos ondas de sonido para hacer levitar gotas de agua y facilitar la detección de metales pesados? Idea millonaria.
¿Cómo es que levantar una gota y mantenerla suspendida en el aire, facilita su análisis en busca de partículas contaminantes? La respuesta tiene todo que ver con el LIBS, o mejor conocido como espectroscopia de plasma inducido por láser. No se vayan, no es demasiado complicado.
Básicamente consiste en someter al líquido a un láser de muy alta energía, lo que produce a su vez plasma. Es este plasma el que contiene los remanentes de todos los materiales que antes tenía, y al estudiar la luz que emite, es posible identificar los componentes químicos, entre los que pueden estar claro metales como el cadmio y el mercurio.
Pero resulta que usar el LIBS en agua es tremendamente difícil. Si se le trata de hacer a un contenedor con agua, el láser altera el líquido y provoca movimientos que impiden el análisis. Si se toma una pequeña muestra, el láser afecta la composición del agua y también de la base, por lo que los resultados pueden estar alterados.
Pero, ¿y si el agua estuviera suspendida en el aire sin contacto con ninguna otra cosa? Bingo.
El futuro del agua limpia
Publicado en The Optical Society, el …