La pesadilla de toda persona que trabaje con tecnología y tenga que moverse mucho son los cables. Y no sólo con el trabajo: cuando viajo tengo que llevarme todo lo necesario para cargar un iPhone 15 Pro, un iPad Pro, un MacBook Air, una Nintendo Switch, un Apple Watch Series 9 y unos AirPods Pro 2.
Eso son muchos cables, pero si vuelves a leer la lista de dispositivos, puede que te percates de algo. Todos ellos pueden cargarse con cable USB-C, debido a las últimas leyes implantadas por la Unión Europea. He logrado despedirme del cable Lightning por completo, y he podido comprobar los beneficios que conlleva.
Dos cables y un cargador para absolutamente todo
Antes, cuando viajaba, siempre llevaba dos o tres cables USB a Lightning en mi mochila junto con un cargador USB múltiple. Lo clásico, vamos. La llegada del USB-C en mi vida desde Apple fue mi iPad Pro, modelo con chip A12Z del año 2020, y en ese momento fue más un estorbo que una ventaja.
La razón es que además de los cables Lightning tenía que llevar un cable USB-C adicional, y como el cargador del iPad también era USB-C y no USB-A había que incluirlo en el equipaje o mochila. La recuerdo como la peor época a nivel de bultos, porque tenía un amasijo de cables constante del que no podía librarme.
La diferencia de esos días con hoy es abismal. Lo único que necesito …