Las transiciones suelen ser polémicas, pero cuando es hacia un futuro mejor, se agradece el arriesgar.
El anuncio del HTC U Ultra difícilmente se acercará en relevancia a los de Samsung o Apple de este año. HTC lleva unos años en ciclotimia crónica, siendo una sombra de lo que fue. Nada nuevo. Lo que sí es nuevo es que, por primera vez en varios smartphones, HTC ha dado una muestra de personalidad admirable: se ha cargado el jack de 3.5 mm. Antes que él, otros grandes fabricantes lo hicieron. Lenovo con el Moto Z, y Apple con el iPhone 7. Algunas marcas (todavía) menores, como LeEco, hicieron lo propio. De Samsung podemos esperar que haga exactamente lo mismo con el S8.
HTC ha podido hacer este movimiento por muchas razones. Una de ellas, que simplemente estaba esperando a que otro cruzase el Rubicón. Con Apple y Lenovo al otro lado de la orilla, las críticas y espaldas a la venta ya habrían arreciado, y sería menos arriesgado imitar que lanzarse a la piscina. Posiblemente. Al fin y al cabo, eliminar el puerto de auriculares supone ganar espacio. Y en un producto que requiere miniaturización para dejar espacio a la batería, el espacio es oro.
Otro motivo factible es precisamente el contrario: pensar que si Apple lo ha hecho (y nadie consigue ni una fracción del dinero que consigue Apple con sus teléfonos), debe ser algo a imitar. También es posible, aunque denotase una gran falta de personalidad en HTC. No obstante, un terminal …