MachineGames es lo mejor que le ha pasado a Wolfenstein en toda su basta historia, sobre todo en la más reciente. Los suecos han entendido a la perfección cómo capturar la marcada esencia de la esta serie y a la vez, finalmente hacer que tenga juegos sólidos en todo sentido. Como ya lo he dicho en más de una ocasión, Bethesda tiene mucha culpa de esto, pues supo en quién confiar. En unas cuantas semanas más, Wolfenstein: Youngblood se estará lanzando para amplificar la experiencia del también fabuloso Wolfenstein II: The New Colossus.