No es absolutamente ninguna rareza encontrar a personas trabajando en oficinas con auriculares puestos. La mayoría de ellas escucha música de todo tipo de estilo como una suerte de estímulo para su productividad. Es una forma de mantenerse animados, activos y a ritmos. Aunque a mí, lo confieso, la música —excepto la clásica— nunca me ha funcionado para trabajar. Me desconcentra y, según varios estudios científicos, en realidad desconcentra a casi todo el mundo.
Sin embargo, trabajando desde casa, me di cuenta que a veces necesitaba un poco de vida cerca más allá de la mía propia. Lo que veo desde mi ventana no es gran cosa y notaba que necesitaba sentirme conectado de algún modo a algo.
La cámara en directo de un paso a nivel de Países Bajos es mi conexión con la vida real cuando teletrabajo solo en casa
Fue en esas cuando buscando vídeos sobre trenes, una de mis aficiones, descubrí la emisión en directo en YouTube de un paso a nivel de una población de Países Bajos. Y, desde entonces, frecuentemente trabajo con está cámara de fondo puesta en una segunda pantalla cuando no necesito utilizarla o en un viejo iPad al que no le puedo dar una mayor utilidad.
Una conexión con la vida de ahí afuera
Desde que teletrabajo en solitud, hace años, he probado a acompañar mis jornadas con música. Me funciona cuando estoy buscando temas o documentación, pero no cuando estoy escribiendo …