El trabajo está cambiando en sus formas. Sobre todo, con la revolución digital y con el teletrabajo que una pandemia nos trajo en masa haciendo comprender que es una posibilidad muy viable, llegan nuevas formas de ejercer nuestras labores.
Puede ser que las hagamos desde cualquier lugar del mundo (aunque su empresa no lo sepa); gente haciendo lo mínimo con la renuncia silenciosa por el descontento hacia su empresa o superiores; formas de trabajar más eficientes que no obligan a los empleados a perder tiempo en desplazamientos; nuevas manera de combinar la vida personal con la laboral; o nuevas formas de control por parte de la empresa.
En Genbeta
De calentar la silla en la oficina a responder mensajes compulsivamente: el teletrabajo se ancla en los hábitos del presentismo
Pues hoy vamos a analizar otra tendencia: personas que deciden tener un trabajo extra sin que su empresa principal lo sepa. Una persona se sobreemplea para mejorar su situación económica, pero puede llegar a arrastrar muchas horas diarias delante del PC. Hay gente que decide hacer eso porque son mucho más eficientes que sus compañeros dentro de la oficina y acaban antes sus tareas, para luego ver horas muertas que quieren aprovechar.
Es el caso de Elena (nombre falso para preservar su privacidad) que explica que cuando comenzó a hacer esto, "me di cuenta de que si bajaba el ritmo en la agencia no …