Existe una generación de españoles que, sin saberlo, participó en una de las mayores iniciativas de digitalización en las aulas mediante el software libre. Entre 2003 y 2012, miles de escolares crecimos utilizando Linux en las aulas, familiarizándonos con un sistema operativo que no era Windows ni Mac, pero que nos abría las puertas a un mundo digital diferente.
Fue en esos ratos libres, cuando terminábamos las tareas (y cuando no, no nos engañemos), descubríamos juegos como SuperTux o Tux Racer, que se convirtieron en nuestros compañeros de aventuras en esta apuesta por educar junto a los ordenadores.
Guadalinex nos presentó a un pingüino muy peculiar
En 2003, la Junta de Andalucía lanzó un ambicioso proyecto llamado Guadalinex, una distribución de Linux adaptada específicamente para centros educativos y administraciones públicas. Esta iniciativa formaba parte del plan "Andalucía Sociedad de la Información", que pretendía democratizar el acceso a la tecnología y reducir la brecha digital.
Ya llevaba años familiarizado con Windows en mi casa. Sin embargo, con apenas 10 años, mi primer contacto con Linux fue precisamente con uno de los equipos que había en mi colegio. Una vez a la semana, nuestra clase se desplazaba a la flamante "aula de informática", una sala especial con unos 15 ordenadores donde muchos de nosotros nos iniciamos por primera vez en esto de los ordenadores. Todo ello con un sistema operativo de aspecto peculiar, con un pingüino como mascota y un entorno gráfico llamado GNOME que nada tenía que ver con el Windows …