En el este de África se encuentra una región árida conocida como Afar, considerada uno de los lugares más calientes de la Tierra. Este punto es clave porque el continente está separándose en dos, lo que dará lugar a la formación de un “nuevo océano”, un proceso que originalmente se estimaba tomaría varios millones de años. Sin embargo, nuevas evidencias indican que este fenómeno podría ocurrir mucho más rápido debido a la intensa actividad geológica de la región.
La importancia de esta zona fue destacada en publicaciones que describieron eventos ocurridos en septiembre de 2005, cuando una serie de más de 400 terremotos sacudió el desierto etíope, que provocaron la aparición de una grieta de 60 kilómetros de longitud en Afar. Este evento, alimentado por tres fuentes de magma, marcó un cambio significativo en las características físicas de la región.
Estudios iniciales señalaban que esta grieta, que eventualmente dividirá África en dos, formaría una nueva cuenca oceánica en un periodo de cinco a diez millones de años. Esto ocurre en los límites de tres placas tectónicas: la nubia (o africana), la somalí y la arábiga.
El movimiento de las placas
Según la geocientífica Cynthia Ebinger, investigadora de la Universidad de Tulane en Estados Unidos, quien ha estudiado el fenómeno desde 1980, en el futuro la placa somalí se desprenderá hacia el Océano Índico. Este proceso permitirá la entrada de agua salada, dando lugar a una nueva formación que, aunque podría denominarse coloquialmente …