En marzo de 2022 comenzamos a ver cifras crecientes de inflación como reflejo de algo que se estaba dando en los comercios por diferentes causas: subidas continuadas de precios en materias primas, crisis energética, invasión de Ucrania, etc. En tecnología ya habíamos vivido y llevábamos tiempo con el fenómeno, debido a la demanda desbocada de la pandemia y a la crisis de oferta en semiconductores. Así, en pleno 2020 llegamos a pagar cifras disparatadas por webcams, por ejemplo, que hasta entonces estaban muy olvidadas.
En estos cuatro años, el tema de la variación de precios me ha obsesionado, y fui buscando (sin éxito al principio) formas cómodas de comprobar las subidas de las principales cadenas de supermercados.Hasta que en un momento dado desempolvé mi vieja cuenta de Día online, con la que compraba por Internet hasta 2019, mi último año en piso de estudiantes.
Y ahí encontré cifras que ya no deberían sorprender a nadie, pero que a mí me dejaron en shock al comprobarlas en 2023. Tras ver el subidón hasta 2023, he querido comprobar cómo ha evolucionado la cosa justo un año después. Si te interesa hacer la comprobación por ti mismo, los compañeros de Xataka ofrecen una gran alternativa que también he usado para confirmar algún precio.
Un viejo ticket como (otro) gran delator de una realidad asfixiante
Las webs de supermercados online permiten ver pedidos con bastante antigüedad
En su momento, para hacer la prueba con Día online, …