Soy de esas generaciones que inició con Nintendo y también de los que esperaban más del Wii U, no en cuestiones de juegos, en ese aspecto estoy satisfecho con los exclusivos, pero sí de la consola y su funcionamiento, nunca tuve la necesidad de jugar con otro control que no fuera el gamepad, pero no me gustaban sus dimensiones, ni la calidad de la pantalla, sin mencionar el sistema operativo en el que corría la consola, ya que más allá de enfocarse en los juegos, siempre la sentí muy lenta y en algunos momentos torpe.
Con el anunció del Nintendo Switch sentí una atracción inmediata, creía que era una propuesta muy arriesgada de Nintendo y podía ser su última gran oportunidad para la compañía, muchos pensaban que las consolas de videojuegos pasarían etapa complicada, pero con las ventas del PS4 en todo el mundo, podría ser el mejor momento para intentar agarrar una rebanada del pastel.
Tuve la fortuna de pasar todo un día con el Nintendo Switch, una consola que podría tener un inicio muy discreto, pero será por sus juegos, ya que las posibilidades de la consola me sorprendieron, podría ser el regreso triunfal que muchos esperaron por tanto tiempo.
Una consola, que no parece consola
La primera impresión que tuve al tomar la consola, era que se trataba de una tablet muy pequeña, su pantalla apenas supera las 6 pulgadas, se siente mucho más ligera que un New 3DS XL y en sus laterales se notan …