Confieso que acudí al estreno de Star Wars: The Force Awakens con una enorme dosis de escepticismo y cierto miedo de volver a ver algo como The Phantom Menace. Dos horas y quince minutos más tarde, salía del cine con una sonrisa de oreja a oreja y una ilusión renovada. Gracias, Abrams, de corazón.Read more...