Ayer nos hacíamos eco en Genbeta del lanzamiento de la nueva versión de WhatsApp Desktop para Windows 10 y 11. Realmente no se trata de una actualización de lanzamientos anteriores de la aplicación del mismo nombre, sino que su código, totalmente reescrito, se basa en el de la aplicación WhatsApp Beta, que muchos usuarios llevaban ya 10 meses usando en modo prueba.
El gran atractivo de esta versión, como decíamos, es que permite usarla de manera nativa —lo que se evidencia claramente en una mejora de rendimiento—, y en que es capaz de funcionar sin necesidad de tener el smartphone conectado.
Tú no eres nativo, ¡estás disfrazado!
Pero, espera un momento, si estamos hablando de la versión de escritorio (Desktop) de WhatsApp, y ésta existe desde hace años, ¿cómo es posible que sólo ahora estemos disfrutando de una experiencia nativa de la aplicación? Pues me alegra que me hagas esa pregunta…
…porque hasta ahora el corazón de 'WhatsApp Desktop' realmente no eran más que una copia de WhatsApp Web empaquetada para lucir y comportarse del modo más similar posible a una aplicación nativa. Esto es que, haciendo uso del framework Electron, lo que abríamos no era más que una versión modificada de Chromium (la base sobre la que se construyen navegadores como Edge y Google Chrome), que a su vez ejecutaba una aplicación Node.js (WhatsApp Web).
En Genbeta
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