Un estudio publicado en Conservation Genetics reveló que cerca del 3.5% del ADN de las ballenas azules de Atlántico norte (Balaenoptera musculus musculus) provenía de otra especie: la ballena de aleta (Balaenoptera physalus). Este es un dato sorprendente, ya que hasta hace poco se pensaba que los híbridos entre especies eran estériles.
El descubrimiento fue hecho por científicos de Canadá y Noruega. Analizaron el ADN de 31 ballenas azules del Atlántico para crear un genoma “desde cero” que sirvió como base para comparar las secuencias genéticas de cada ejemplar. El estudio pone en evidencia que la hibridación puede ser un mecanismo natural y reproductivamente viable en estos animales.
¿Qué es la introgresión?
El proceso mediante el cual una especie adquiere el material genético de otra se conoce como introgresión. De acuerdo con Robotitus, se pensaba que esto era inusual en la naturaleza, dado que los híbridos como la mula o el ligre (mezcla de león y tigre) son estériles. No obstante, en el caso de las ballenas, sus híbridos parecen tener descendencia fértil. Lo que indica que, a pesar de sus diferencias, ambas especies son muy cercanas en términos genéticos.
El primer caso documentado de un híbrido fértil en cetáceos fue en 1986, en Islandia. En esa ocasión se encontró una ballena híbrida embarazada, lo que confirmó que la mezcla genética puede ser exitosa. No obstante, la introgresión podría tener efectos negativos, como la pérdida de características propias de cada especie. Las …