Desde hace décadas corre un viejo rumor que afirma que Adolf Hitler sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial. De acuerdo con esta loca teoría conspiratoria, Hitler no se suicidó en su búnker de Berlín, Alemania, sino que logró escapar a Sudamérica, donde inició una nueva vida junto a un nutrido grupo de oficiales nazis de alto rango.
Si bien es cierto que esta teoría se conoce desde hace años, nunca ha sido aceptada por los estudiosos de la Historia. No obstante, tampoco ha sido fácil estudiar a fondo los restos de Hitler, porque tras su muerte se decidió no revelar dónde se había enterrado su cuerpo (para evitar que su tumba se convirtiera en sitio de veneración para los neonazis). Décadas después del fin de la Segunda Guerra Mundial, las autoridades soviéticas –las primeras que llegaron al búnker de Hitler tras su suicidio– ordenaron exhumar los restos para destruirlos posteriormente.
Ahora, después de 73 años de la muerte del líder de la Alemania nazi, un grupo de especialistas forenses franceses lograron convencer al gobierno ruso para que les prestara las dos últimas partes del cuerpo de Hitler que se conservan: un pequeño trozo de su cráneo (con la marca de la bala que le quitó la vida) y parte de su dentadura.
Los resultados de la investigación fueron publicados hace unos días en la revista European Journal of Internal Medicine, tal y como lo anunció el coautor del estudio, Philippe Charlier: “Hitler murió en 1945 en Berlín, y sus restos están en Moscú. …