La carrera por liderar el nuevo paradigma de transporte terrestre tiene varias vías abiertas. Por un lado, fabricantes de automóviles y empresas del sector de la tecnología compiten y se alían para alcanzar el sueño de la total autonomía en los coches. Llegará, apuntan los expertos, en menos de diez años. Y, por otro, la competición por el tren del futuro.
Dos empresas, Hyperloop Transportation Technologies (HTT) y Hyperloop One están intentando hacer posible, aunque hay que extremar la cautela puesto que la llegada de un tren supersónico vía terrestre a través de tubos es un concepto todavía experimental. Pero se han dado pasos importantes al tiempo que los responsables de sendos proyectos acercan posturas (o deberíamos decir buscar inversión) con diversos organismos públicos y privados para lograr implantar en algunos países esta idea.
En ese contexto, Hyperloop One, en este caso, ha completado con éxito sus primeras pruebas a gran escala de su sistema de transporte ultrarápido, capaz de alcanzar velocidades de 1.200 kilómetros a la ahora. Un planteamiento que permitiría, por ejemplo, conectar Madrid y Barcelona en menos de 40 minutos. Fue en mayo, en las instalaciones que la compañía tiene en el desierto de Nevada (EE.UU.), cuando se arrancó y testó uno de los motores diseñados para impulsar las cápsulas.
De un tamaño de 30 metros, tan alto como un edificio de seis plantas, el propulsor aún está en fase de desarrollo, pero los responsables del proyecto ya den muestras de optimismo. El ensayo, …