Nació el 14 de marzo 1859, aprendió a leer y a escribir a los cuatro años, y a sus 17 años intentó entrar a la Escuela de Medicina en Puebla, aunque no pudo hacerlo por ser mujer. 10 años después estaba egresando de la Escuela Nacional de Medicina en la capital con el título de doctora, convirtiéndose en la primera doctora en México.
Ingresar a la UNAM no fue un camino menos tortuoso; antes de 1887 no había ni una sola mujer doctora en el país, de manera que la suspicacia que levantó que una mujer quisiera estudiar medicina, no fue menor. Para entonces Matilda ya tenía instrucción como partera, pero queria profesionalizarse estudiando en una universidad en forma.
"Alumnos", no "alumnas"
Cuando pudo inscribirse en la Facultad de Medicina, la admisión le fue negada, pues las reglas hacían referencia a "alumnos" y no a "alumnas". Totalmente confrontada con el sistema, Montoya no tuvo más que hacer una carta, con su puño y letra, dirigida al entonces presidente, Porfirio Díaz. Y funcionó: Díaz impulsó que se le aceptara, sugiriendo el cambio a la Cámara de Representantes.
"Impúdica", "peligrosa", "poco confiable", son solo algunos de los adjetivos a los que Montoya se enfrentó en toda su preparación académica, solo por ser mujer. No desistió, completó su carrera para 1887, solo para confrontarse de nuevo con el sistema pues solo "alumnos" podían presentar examen profesional.
Hoy celebramos a Matilde Montoya, la primera mujer mexicana en obtener el título …