IBM ha agitado, por sorpresa, una de las tecnologías más «calientes» de la última década por la que han apostado grandes compañías. En pleno debate racial por la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un agente de policía, Arvind Krishna, director general de la compañía estadounidense, ha anunciado que la empresa dejará de vender servicios de reconocimiento facial y ha pedido un «diálogo nacional» acerca de si debe utilizarse en absoluto en Estados Unidos.
Es una tecnología emergente que permite identificar el rostro de una persona con gran precisión
y que ha desembarcado en los últimos años incluso en dispositivos electrónicos de consumo como los teléfonos móviles. IBM, además, es uno de los pesos pesados de la Inteligencia Artificial aunque no tanta relevancia económica en el reconocimiento facial, con lo que su decisión puede tener un gran impacto en su desarrollo. La decisión de abandonar el negocio de reconocimiento facial se produce en medio de un profundo debate sobre la tecnología, empleada por varias compañías, por mostrar prejuicios raciales y de género.No es la única gran compañía que ha apostado en los últimos años por esta tecnología que ha despertado numerosas críticas. Un algoritmo de reconocimiento facial implementado en servicios de Google llegó a confundir a personas negras con simios. El uso propio de Amazon de esta tecnología tuvo que someterse a votación entre sus accionistas el pasado año para decidir si seguía vendiendo a agencias gubernamentales. «La Inteligencia Artificial es una herramienta poderosa que puede ayudar …