Se suponía que no tenía que reiniciar los ordenadores de los usuarios.
El goteo de informaciones que llegan por parte de Intel en lo que se refiere a Spectre, la mayor vulnerabilidad a la que han tenido que hacer frente, no cesa. Tras el pánico inicial, la empresa se comprometió a solucionar el problema de una manera rápida e indolora para la amplia mayoría de los usuarios, lo cual sería posible mediante la distribución de un parche que provocaría la eliminación de cualquier posible error relacionado con la seguridad de las máquinas. Esto ha resultado ser cierto, pero no de la manera en que se esperaba.
La semana pasada, tras unas informaciones que exponían reinicios en ordenadores antiguos tras instalar el parche, Intel confirmaba a través de un artículo firmado por su vicepresidente que, efectivamente, esos reinicios estaban teniendo lugar. No solo eso, sino que afectaban también a sus procesadores más nuevos. Hoy la compañía escribe un nuevo párrafo en esta historia, pidiendo a los usuarios que cesen sus actualizaciones.

A boxes nada más empezar la carrera
Lo que está afirmando Intel, sin mucho preámbulo, es que el parche que han lanzado se ha puesto en circulación con un error que está provocando una gran incomodidad a los usuarios, los cuales están viendo cómo su productividad se va al traste con cada reinicio espontáneo y "otros comportamientos impredecibles", según explica Navin Shenoy en la nueva publicación. En definitiva, parece haber sido peor el remedio que la enfermedad. Y ya es decir.
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