*Por Julio Porras, CEO de Claro Argentina, Uruguay y Paraguay
Internet de las cosas no pasa únicamente por conectar dispositivos u objetos que tradicionalmente no lo estaban, sino utilizar esto para obtener datos, reconocer patrones y tomar mejores decisiones de negocios. Internet de las cosas permite el desarrollo y la comercialización de soluciones y productos más inteligentes, más seguros. El impacto que veremos en nuestra calidad de vida y en la productividad de las empresas, será invaluable. Pero no es sólo eso, sino que aquellas compañías o ciudades que no incorporen este tipo de tecnologías, quedarán obsoletas frente a los demás jugadores.
Esta tecnología dejó de ser algo intangible, ya hay proyectos concretos. Existen soluciones de Smart Parking -que detecta lugares libres y ocupados, avisando a los conductores y evitando grandes pérdidas de tiempo para estacionar; Smart Waste -que implica dotar a los contenedores de basura de sensores para hacer una recolección más eficiente-; y Transporte urbano, que alerta a los pasajeros la inminente llegada de buses, trenes y subterráneos.
Imaginamos un futuro hiper conectado. Según un informe de Ericsson, para el 2022 va a haber 29.000 millones de dispositivos conectados a Internet a nivel mundial. De ellos, cerca de 18.000 millones serán dispositivos asociados a Internet de las Cosas. En este escenario, las ciudades inteligentes y las industrias –que están haciendo grandes inversiones para tecnologizar sus procesos- van a ser una pieza fundamental de la explosión de la conectividad.
Pero esto no termina aquí. Para IDC, una de las consultoras más importantes del …